sábado, 20 de abril de 2024

Soñaba que mi papá me perseguía para matarme

Cuando sea madura seré alguien parecido al pasado. Seré todos mis familiares a la vez, cometeré los mismos errores, seré leal y necia por igual, seré padre abandónico, seré arriesgada y negadora a la vez, seré valiente y temerosa, seré todo lo que no pueda llegar a ser sin remedio. Seré imperfectamente ignorante, porque le sumaré la arrogancia y la soberbia. Seré un crimen cobarde, no tendré más que autos rotos, e hijos por doquier. Me confundiré sus nombres y no recordaré sus cumpleaños. Perderé palabras como somos, amor, caricia, casa, futuro, cena. Sólo consultaré oráculos y luego gritaré, correré, como si la conciencia quisiese alcanzarme: no lo permitiré. Hablaré incansablemente vanagloriándome de todo lo que intenté, pero que no hice. No daré respuestas. No preguntaré mirando a los ojos. Me contaré que no existen más las conversaciones, me contaré que tengo que sobrevivir, que el pasado es todo lo que pasó. Mi pasado, ese que yo no vi y que, sin embargo, es la forma en la que voy a vivir. Seré orgullo de lo echado a perder. Seré el hexagrama 18, Ku, El trabajo en lo echado a perder. Y seré un vivo fracaso en esa tarea. El I Ching morirá en el número dieciocho. Y fin. 

miércoles, 13 de diciembre de 2023

tenue hoja manteca

Me rosó -si eso es posible- 

en esta tenue hoja manteca, que no logra 

separar donde empiezo de dónde 

termino. Verbo.

Verbo y silencio.

no hay fin porque nada comenzó 

y las palabras me van alejando de lo que iba a decir. Algo/

nada rosó, 

y me voló entre la marea, 

al cardumen de sensaciones asquerosas

entre las ramas 

entre raíces corroídas que no enraízan, 

que sólo enredan lo que quiere vivir con lo que se usa para destruir.

Manos. respiración, su oreja. Pezón, telón que oculta.


Así me voy enredando y me mareo,

me confundo en el todo difuso, 

es lo que hago: verbo, 

verbo tal vez: un pez escurridizo 

baba, desierto, hojas secas, hoja oxidada

agua.

texturas fofas, transpiradas, mate dulce

el patio, la complicidad, las risas, tu goce.

mi goce sin asidero.


Y nacer me era prohibido, y regresar:

la consigna. 

Rompo, 

te escupo en mi escupitajo, te saco

te rajo, te abro en mil pedazos, te desmiembro desde

adentro. me alejo en mi barquito de papel manteca,

suave, finito. Frágil como este dolor, 

conmigo, en mi piel. Preciada adultez.


viernes, 16 de diciembre de 2022

LA PURA CEPA

La pura cepa, la pulpa, la savia, la pulpa pura, la cepa savia y la savia pura con la pulpa seca, el

arroz caliente, la mesa armada, la nona seria, la tele fuerte, la noche afuera, la perra ladra, se

escucha un gol, en el plato el puchero, en el azar la familia, el terma y el sifón, en el aire las

moscas, los primos y el amor, el rencor, el perdón y de nuevo vuela un cachetón, se agarra la cara,

saltan las risas, el caracú en el pan, le echo sal, miro la puerta abierta y al patio oscuro, lleno de

tuercas y muñecas, de tierra y herramientas, en la alacena las galletas de agua, la rejilla y los

adornos de porcelana no se tocan con la mano, me cruzo enfrente, abro el placard, mis piecitos en

los zuecos de madera y los cuentos de la Laurita con la mamadera, me pinta la cara y me da

sueñito, las guardas de trencitos cruzan paredes, y  las cuchetas ya no me marean, es la mañana y

el arroz con leche, me pelé la lengua nona, mientras me hace trenzas feas y sus lunares en los

brazos me cuentan historias de fracaso, por doquier hay pecas y olor a mate, después veredas

anchas y canteros con caracoles, la rosa china y la Marianela, salgo corriendo con los pelos largos

que tapan mis ojos, vuelan bombitas de los nenes malos y el verdulero ambulante que tené

cuidado con el cuchillo gigante, me corto el dedo, me sangra el dedo, me vendan dedo, la noche

cae y otra vez a ser la pura cepa, la pulpa, la savia y la mesa armada, la tele fuerte y la noche

afuera…

martes, 25 de octubre de 2022

A oscuras 10/01/2021

A oscuras

Me vine a Córdoba, sola. Me vine sola porque no tenia con quien planear algo que yo ya deseaba: ir a Córdoba en carpa a principios de enero. Pienso que me cuesta compartir un deseo, digo que me cuesta porque nunca me pasa. No me pasa eso de compartir el deseo con alguien y en la misma, y ese alguien aclaro que puede ser un novio, un o una amiga, un otrx. Cuando me he puesto de novia soy solo yo la que quiere estar de novia. Me pregunto cómo se hará para compartir un deseo. Quien incita a mi deseo? 

Ahora estoy acá en la carpa, a oscuras. Estoy sola? Se me clavó una espina gigante en el gemelo y me duele. Leí un libro por la tarde que me quebró. Me siento cansada y triste. Me siento sola en el mundo. Me duele. Me duele el gemelo y me duele estar sola. Sentirme sola. Es una soledad que va más allá de ahora no estar junto a alguien. Es una soledad esencial. 

Me pregunto si siempre tendrá que ser con tanto esfuerzo el encontrarle un sentido a la vida. Me dan ganas de renunciar, y no es la primera vez que siento esto. Renunciar en buscar adentro y fuera de mí un sentido. A dejar el fuego.

Intente ya dos veces prender fuego y no me salió. La primera me ayudaron y me hice amiga de ellos. La segunda me ayudaron y me podría haber hecho amiga de ellos. Será que para prender el sentido de la vida tiene que haber un otrx? 

En ambas ocasiones eran una pareja. Que significará eso en mi? Pares de libélulas copulando descansan sobre mi pierna. 

Me duele, me duele el gemelo y no tener uno junto a mi lado. Me molesta necesitar a alguien para prender mi fuego. Es mío el fuego si lo prendo con la ayuda de un otrx? O es nuestro? 

Quien soy sin un otrx? Estoy cansada, cansada de necesitar y de no querer necesitar. Cansada de desear sola. Estoy triste por no poder ir más allá. Triste y cansada de tanto soplar y que el fuego no prenda. Triste porque creo que nadie podría elegir compartir un fuego conmigo. Esa creencia rancia y vieja que traigo de viaje. 

Me rindo. Perdón Cami.  

Soy buena hija de la soledad

Fui criada por una osa de fuego. Una que se animaba a sentirse sola todo el tiempo, aun en mi cuidado. Ella no necesitaba a nadie, y sin decírmelo es todo lo que me enseñó. Soy buena hija de la soledad. Ella me deja ser siempre la misma, inmutable en el tiempo como en el agua. No me modifica, me petrifica. Dura, escamada, sin que la solides sea suya, me hace renga, me deja coja. Si me rompo quedo rota. Si me duele el dolor se hace mío hasta ser ese dolor. Ya me parezco a una roca, sólo que éstas me sostienen y yo rompo cosas por temor. Soy algo así como lo más débil y ácido a la vez. Alguien que ya no se atreve a compadecerse de sí misma porque no valdría la pena. Me supe emparejar con el mejor cazador, él me enseñaba de principios de la naturaleza con amor, me acariciaba aun en mi dureza, pero de nada valió. Tuve que dejarlo, la soledad llamaba desde el interior. Corría el peligro de ser modificada, y de dejarme (ha)ser. 


viernes, 24 de junio de 2022

peces

Le seco las lagrimas con motivaciones de coordinador de viaje de egresados. Me abraza, me des-abraza. Suelta el dolor en el agua. Lo seco con mi respiración. Lo acomodo, lo hago forma. Y el agua en el colchón. Nado, brazadas, des-abrazadas, hasta llegar a la fuente de sus ojos. (Me da algo de alegría este chapuzón). /
Una vez, en el pasto me miró. Con esos mismos ojos él me miró. Me miró mientras mi cara temblaba y el susto se expresaba detrás, por sobre las luces de los faroles del verde manto del parque, haciendo que mi silueta temblorosa dibujara mi vulnerabilidad. Mi boca escupía de a dos miedos por vez, y nada de eso lo aterró. Él me miraba. Él me besó, en el silencio del parque él me esculpió, me recibió y con su mirada cóncava él me calmó./
Y yo lo voy a proteger. Envuelta en sus brazos lo voy a defender. Cuando él se licúe, yo lo voy rozar; con mis dedos lo voy a besar. Y lo voy a armar; con mis manos juntaré toda el agua en el colchón hasta armar de nuevo a mi novio, mi novio de gel, mi novio colchón. Voy a ser invensible siendo sensible. Y él va a ser el joven viejo, el sabio de árbol, ese que cae en gotas espesas y mancha el capó. Yo lo amo: persigo peces en su marea de ser y cuando sale del silencio sus palabras se vuelven un océano infinito por donde crecer. Me alarga, me ablanda, me elonga. Y yo tan agradecida en su plasticidad, en su fortaleza sutil, en sus miradas de paz; en su pecho profundo me acurruco y aprendo a dormir. Nuestro amor es como descansar en balsa, y dejarnos llevar. Silencio y paz; es real, y es acá.

domingo, 27 de agosto de 2017

Semanas de gracia

Donde quiera que estés te pensaré en forma romántica. Alzaré mis ojos jurándome un jugo de mandarina en mi patio, next to you. El domingo me despertaré con alguna canción en algún idioma latino, sea portugués o francés. Quiero leer un libro en un día que hable de vos, de cómo me escuchás todo esto que te digo. Yo por mi parte espero un montón de mí y de mi amor de calzones secos, arrugados contra la pared. Y a la otra mañana después del domingo, ya va a ser jueves, porque los miércoles son nuestro día en la semana, cuando bailamos los dos desnudos en mi cuarto. De hotel. Así le decimos. Así somos, los miércoles. Y los jueves cuando despertamos, decidimos que sea de a dos. Mal acostumbrados por dormir tan solos, sin nuestra compañía, hoy nos damos el lujo de no entender de quién la pierna de quién. Enredados nos besamos, con la frescura del fresco amor. Danzamos uno dentro del otro una canción inventada por los dos en el susurro de nuestros besos. Amo hablar de mi semana, porque en ella estás vos, y entramos los dos.